En un acuerdo entre Los Estados Unidos y México para la exploración y
explotación conjunta de yacimientos transfronterizos de hidrocarburos en la
zona del Golfo entró en vigor este viernes, en momentos en que el Senado
discute la legislación energética para abrir el sector a la iniciativa privada.
El acuerdo fue firmado en
febrero de 2012, el último año de gestión del ex mandatario Felipe Calderón y
casi dos años antes de la promulgación de la histórica reforma energética,
impulsada por el actual presidente Enrique Peña Nieto.
Este decreto fue publicado el viernes 18 de julio del año en curso, en el
Diario Oficial de la Federación.
Un factor que podría cambiar drásticamente con las nuevas leyes energéticas, al haber sido negociado dentro del marco legal
previo a la reforma, el pacto consideraba a la petrolera estatal Pemex como la
única contraparte mexicana.
El pacto se dispone que ambos países deberán
intercambiar toda información relevante y disponible sobre las actividades de
exploración y explotación, o de la posible existencia de yacimientos dentro de las tres millas
contiguas a la línea de frontera, esto incluyendo aquella obtenida por firmas
privadas.
También se han establecido los términos para los llamados "acuerdos de
unificación" en los que estos se disponen las reglas para explorar y
explotar estos yacimientos, en su administración y la distribución de la
producción, entre otros aspectos operativos.
Pemex tiene un enorme rezago
respecto a Estados Unidos en el desarrollo de sus reservas de aguas profundas
del Golfo, el cual se espera reducir con la apertura a la inversión privada.